Las crisis convulsivas son un verdadero desafio diagnóstico. Comienza una serie de notas para ir orientando al propietario en ésta patologia.

La aproximación y tratamiento de las crisis convulsivas en pequeños animales es similar en muchos aspectos al tratamiento de otras enfermedades en medicina veterinaria. Aparece un problema, se realiza un diagnóstico adecuado para confirmar la condición y se instaura un tratamiento para tratar la enfermedad subyacente o los signos de la enfermedad. No obstante, existen diferencias importantes específicas para el diagnóstico y tratamiento de las crisis convulsivas. Primero, no siempre se identifica una patología específica. Segundo, el veterinario clínico debe tomar frecuentemente una decisión terapeútica basada únicamente en la historia clínica. Tercero, el tratamiento se inicia frecuentemente cuando el animal no presenta otros signos, con poca probabilidad de predecir la frecuencia de recurrencia de las crisis convulsivas. Finalmente, la calidad de vida del animal y del propietario durante el período interictal debe ser contrastada con la habilidad de limitar la gravedad, frecuencia y duración de futuras crisis convulsivas.