La neumonía es una patología que característicamente afecta los pulmones.

Los alvéolos pulmonares se inflaman y puede llegar a causar mucho dolor en el animal. Si no se trata de forma adecuada y a tiempo puede llegar a ser letal.
Puede ser producida por diversas causas que van desde agentes infecciosos, como bacterias, parásitos hasta cuerpos extraños o alérgenos.
Las neumonías se clasifican según la zona del pulmón que afecten, según la clase de células predominante, la causa y el tipo de reacción que provocan en el pulmón. El veterinario es el encargado de afinar el diagnóstico para poder aplicar el tratamiento más adecuado.
Los agentes infecciosos suelen ser la causa más común de neumonía en perros. Es importante señalar que los virus no causan neumonías, pero sí las infecciones bacterianas secundarias a ellos asociadas. Además, esta dolencia suele afectar a animales jóvenes, geriátricos o aquellos con el sistema inmunitario comprometido por medicaciones o enfermedades crónicas.
Aunque el cuadro clínico variará dependiendo del grado de afectación pulmonar, los síntomas más característicos son los siguientes:
? Fiebre.
? Apatía, falta de apetito.
? Tos húmeda, que indica la presencia de líquido en los pulmones.
? Respiración rápida en casos más graves durante o después de un ejercicio moderado, en casos menos graves.
? Ocasionalmente secreción nasal.
La aparición de alguno de estos síntomas en nuestro perro es motivo de consulta. El veterinario puede valerse de distintos métodos complementarios para llegar al diagnóstico.
El tratamiento va a depender de la gravedad de la afección, pero suele tratarse con antibióticos y será el veterinario el que escoja el más adecuado. No se recomiendan fármacos para cortar la tos (antitusígenos) ya que la tos ayuda a sacar los mocos del pulmón, lo que facilita la respiración. Por este mismo motivo los mucolíticos sí pueden estar indicados.
La recuperación va a depender de la rapidez de la administración del tratamiento, así como de la erradicación de la causa subyacente no respiratoria. Hay que tener en cuenta que una neumonía grave no tratada puede desembocar en una enfermedad crónica o incluso en la muerte del animal.