Generalmente, se debe evitar usar cualquier medicación, drogas o vacunas en animales preñados o en lactación.
Las vacunas a virus vivo modificado podrían atravesar la placenta y causar defectos congénitos o muerte en los fetos. Algunas vacunas, sin embargo, se han probado en animales preñados o en lactancia y puede usarse en circunstancias especiales en que el animal no tiene inmunidad a una enfermedad específica y necesita ser inmunizado. Si se realiza la vacunación debe usarse una vacuna a virus muerto. El profesional veterinario determinará que vacunas puede administrarse a un animal en gestación o en lactancia.
Vacunando a un animal en lactancia no proporcionarán protección a su descendencia.
El sistema inmunológico de la madre reaccionará a la vacuna a los 7-10 días de aplicada, el nivel más alto de anticuerpos será a los 14 días y los cachorros pueden recibir anticuerpos de la madre solo a través del colostro en las primeras 36 horas de nacidos.
Cuando el nivel de anticuerpos de la madre ha aumentado, la descendencia ya no podrá absorberlos.
La vacunación, entonces, puede ayudar a proteger a la madre, pero no proporcionará protección inmunológica a su descendencia lactante.
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